11 de mayo de 2020, 18:32
Actualizado a 22 de octubre de 2020, 14:34

Autor:Javier Flores.

Tal como ha demostrado la última generación de vacunas, los avances científicos y tecnológicos suelen despertar suspicacias, y la tecnología de transmisión 5G no ha sido una excepción. De hecho, en el Reino Unido se han registrado casos de sabotaje de torres 5G a manos de ciudadanos alarmados. Te adelantamos que, por el momento, no se ha demostrado ningún riesgo para la salud con respecto a la tecnología 5G.
Estos son los principales rumores que circulan sobre la nueva tecnología de transmisión electromagnética.

  • Las redes 5G propagan el coronavirus.
  • Debilita el sistema inmunitario.
  • El 5G produce cáncer.
  • Es dañino para el medioambiente
  • Puede producir mareos y dolores de cabeza

¿Es peligroso el 5G para la salud? Lo que dice la ciencia

Quizá el bulo más dramático que haya circulado sobre el 5G es su potencial para propagar el coronavirus. Estas información apareció en redes sociales a principios de 2020 y no hace falta un informe de la OMS para desmontarla: los virus no se pueden transmitir por ondas electromagnéticas.

Otra teoría es que estas ondas debilitan el sistema inmunitario. Esta tampoco se sostendría, ya que haría falta muchísima más energía para calentar los tejidos y debilitar así las defensas, según explica Simon Clarke, profesor de microbiología celular de la Universidad de Reading en el Reino Unido. Clarke, además de escribir sobre oncología, publicó en 2016 un artículo sobre la propagación de teorías conspirativas. También se puede utilizar el sentido común: el coronavirus se está extendiendo a toda velocidad por zonas en las que ni siquiera hay cobertura de telefonía móvil.

¿Pero podría producir cáncer quizá? En el año 2000 un físico e ingeniero llamado Bill P. Curry encontró indicios de que las radiaciones electromagnéticas pueden dañar tejidos cerebrales. Sin embargo, varios expertos señalan que pasó por alto cuestiones como que la piel humana bloquea las radiaciones electromagnéticas. Su trabajo, no obstante, gozó de cierta repercusión y hay científicos como el Dr. David O. Carpenter que apoyan esta tesis. Por supuesto, cuando hablamos de radiación, siempre hay que tomar en consideración el tipo y la dosis: no es lo mismo los rayos X que la radiación gamma, los rayos ultravioleta o las ondas de radiofrecuencia (RF).

En lo que concierne a las radiofrecuencias utilizadas por el 5G, el consenso científico parece decantarse hacia la inocuidad. Ejemplo de ello son las tesis de profesores como el Dr. David Robert Grimes de la Universidad de Oxford, y estudios a gran escala como los llevados a cabo en Dinamarca, que han desmentido la existencia de una relación causal con la aparición de tumores. El estudio más completo hasta la fecha procede de la FDA estadounidense, que recoge los resultados de 125 experimentos con animales y 75 con humanos entre 2008 y 2019. La conclusión es que no se ha detectado una correlación entre las ondas de radiofrecuencia y el cáncer.

Otra de las teorías que han circulado es el supuesto influjo pernicioso en organismos como los pájaros, lo que podría afectar al medio ambiente. Se trata de otro bulo difundido por redes sociales y que científicos y organizaciones de protección animal como Audubon no han tardado en desmontar: las ondas de radio por encima de los 10 MHz, es decir, las que se emplean en los repetidores 5G, no causan daño alguno a los pájaros. Este extremo quedó confirmado por Joe Krischvink, biofísico del Instituto de Tecnología de California.

Y lo mismo cabe decir de las abejas, otra de las especies que se han considerado afectadas por la tecnología 5G, tal como se indica en el American Bee Journal.

En conclusión, lejos de ser una amenaza, la nueva tecnología de transferencia de datos promete revolucionar diversos sectores, incluyendo la agricultura de precisión o la computación en la nube. Eso por no hablar de la tecnología 6G, que ya empieza a dar sus primeros pasos.